lunes, 9 de marzo de 2009

El avance del escrutinio confirma la derrota del kirchnersimo en Catamarca

El recuento ya se hizo en el 98 por ciento de las mesas y los radicales aliados a Cobos obtienen el 42, 81% de los votos frente al 33, 01% que cosecha el PJ apoyado por Kirchner; se eligen senadores y diputados provinciales
El avance del escrutinio confirma el duro traspié electoral del kirchnerismo en Catamarca. Escrutado el 98 por ciento de los votos, el Frente Cívico y Social, aliado a Julio Cobos, obtenía el 42, 81 por ciento de los votos, mientras que el Frente para la Victoria, aliado con Luis Barrionuevo y Ramón Saadi, y apadrinado por Néstor Kirchner, lograba el 33,01.

La diferencia en favor del frente que lidera el gobernador provincial, el radical Eduardo Brizuela del Moral, un ex aliado de la Casa Rosada, implica un fuerte golpe para la debilitada coalición justicialista, en una disputa que adquirió un alto valor simbólico: el kirchnerismo enfrentó por primera vez en las urnas a un aliado de Cobos, en una elección que Kirchner buscó nacionalizar.

El último informe difundido esta mañana indica además que ya se completó el recuento en 640 de las 652 mesas de toda la provincia que ayer eligió 21 diputados y 8 senadores provinciales.

En tercer lugar se ubicaba Partido Gestión por Catamarca con 3,69 por ciento, luego la Coalición Cívica con 3,42 por ciento; y Otro País Autonomista es Posible con 3,19 por ciento.

Festejos y lamentos. Ayer, la euforia de Brizuela del Moral se combinó con el timido reconocimiento de la derrota de los candidatos del kirchnerismo y los intentos de la Casa Rosada por minimizar el impacto de la derrota y por desandar el camino recorrido por Kirchner para nacionalizar la elección catamarqueña.
"A todos los que quisieron nacionalizar la elección les pido que no entren por la tranquera. ¡Entren por la puerta grande a trabajar por el país!", desafió Brizuela anoche en un encendido discurso desde la Gobernación. Fue una respuesta directa al ex presidente que el jueves último, en el cierre de campaña que encabezó, había pedido "abrir las tranqueras" de la provincia en medio de duras críticas a la administración local.

En la Casa Rosada, en tanto, según reconstruyó LA NACION, la única explicación sobre la jugada frustrada que llevó a Kirchner a involucrarse en persona era explicar la lógica del ex presidente de arremeter con todo. "Hace seis años que gobierna así", repetían anoche allegados a Kirchner, que sólo entendían su derrota como propia de una persona que decide apostar al todo. Siempre.

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